sábado, 27 de septiembre de 2014

MANADA




CERCADO DENTRO DE LA MANADA


A veces husmeamos en silencio
y no basta.
Entonces nos alimentamos de todo lo dicho
y no basta.
Sin resignarnos acudimos a ciertas manías y a ritos que fueron transformados en costumbres por la manada.
Y no basta.
Apuramos pasos de ida y vuelta.
El movimiento es para nosotros la verdadera contemplación.
Ahí nos refugiamos.
Lo convertimos en la madriguera de nuestras indecisiones.
Una vez dentro,
evitamos las palabras que describen el entorno
y afilamos nuestros instintos.
Aullarle a lo prohibido es un ritual que aprendemos con otro.
Sospechar es una manía ya usual entre los viejos.
Alguien siempre pregunta:
“Who is the third who walks always beside you?”
“Who is the third who walks always beside you?”
Por eso, en la oscuridad,
cuando nada logra distinguirse, seguimos olfateando.
En el olor acecha lo que no puede dejar de pertenecer.

Poema escrito para el International Writing Program's Narrative Witness Network University of Iowa.

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